Leyes del mundo espiritual

La esencia de la naturaleza del mundo sensible es verdaderamente espiritual, es espíritu.

Todo sentimiento de verdadera devoción, cultivado en el alma, desarrolla una fuerza que hará progresar al hombre en el campo del conocimiento.

Todo conocimiento que busques solo para aumentar tu propio saber y para acumular tesoros personales, te desviará del sendero; pero todo conocimiento que busques para madurar en el empeño del ennoblecimiento humano y de la evolución del mundo, te hará progresar un paso más.

Así como el mundo mineral, el mundo vegetal y el mundo animal están en nuestro torno, también lo estaban los mundos del alma y del espíritu, una vez  nos  rodeo. Y lo que entonces era fuera de nosotros, ahora es nuestra alma, que la hemos volcado hacia el interior, lo que para empezar, estaba afuera y alrededor. Esto se ha convertido en el alma. El espíritu, también, una vez estuvo hacia fuera al alrededor. Y lo que es ahora el alrededor de nosotros  se convertirá en nuestra vida interior. 

 

*Ajusta cada uno de tus actos, cada una de tus palabras, de manera que no coartes la libertad de obrar de persona alguna.

*Nada que el hombre realice que no logre su conciencia, contribuiá a su desarrollo.

*La Libertad vive en el pensar humano y la vountad no es directamente libre , sino el pensamiento que fortalece a la voluntad.

Imaginación

Conocimiento imaginativo. El ojo espiritual se extiende en imágenes que están atrás del mundo de los sentidos. Si estamos ante una planta, el ojo espiritual extrae lo que el ojo físico ve como color, de manera que éste flote libremente en el aire y empieza a ser vivificada por el espíritu en lugar de vivificada por lo material de la planta. Cada color es la expresión de la peculiaridad de una entidad espiritual-anímica. Si destella una imagen color verde, será la expresión de un ser inteligente, si destella una imagen de color rojizo claro será la expresión de una entidad pasional, también se presentan la imagen de los sonidos, de los olores, sabores. Esta percepción no tiene nada que ver con lo que uno se imagina. Es una percepción de índole diferente a la sensorial.

Una imagen o una imaginación trabaja de una manera viva, como un ser vivo en sí.

El elemento espiritual que sostiene la imaginación es el arquetipo espiritual del sistema oseo.

Inspiración

Para comprender a estas entidades espirituales-anímicas es necesario desarrollar y elevar al conocimiento de la inspiración. Asi las propias entidades comunican lo que son y quienes son.

Cuando nosotros estamos entre la muerte y el nuevo nacimiento, sin estar sujetos a las leyes de la gravedad terrestre, la atracción hacia ciertas jerarquias es nuestra forma de "movimiento" espiritual. Por la inspiración. El elemento espiritual que sostiene la inspiración es el arquetipo espiritual del sistema muscular.

Intuición

Para que el hombre llegue a la unificación con las entidades espiritual-anímicas sumergiendose en su propia naturaleza requiere el conocimiento intuitivo. A este conocimiento solo puede tener acceso el hombre que haya desarrollado en sí mismo el amor hacia todos los seres; y que no haga distinción entre él y los demás seres del ambiente espiritual, porque ha derramado su propio ser en todo el ambiente espiritual. El elemento espiritual que sostiene la intuición  es el arquetipo espiritual del sistema nervioso.

 

La verdad

Es la conductora de los hombres hacia la concordia y comprensión mutua. entre más desarrollemos la verdad nuestro ser tanto más lo fortaleceremos.

Conciencia moral

Tras la conciencia moral yace una pequeñísima chispa, que ha sido colocada en el alma humana como algo eterno y que cuando se la escucha, muestra con fuerza irrebatible, las leyes del bien y del mal.

Es algo que habla en el alma humana con una gran fuerza primaria.

La dignidad humana depende de la conciencia moral, es un bien individual sagrado, en el que nada del mundo exteior debe intervenir.

La conciencia moral es una garantia para nuestra relación con las fuerzas divinas primigenias del universo.

Acuario 21 de Enero a 22 de Febrero

Que lo limitado se ofrende a lo ilimitado.
Lo que carece de límites, establezca
en lo profundo de sí, las fronteras,
elévese en el torrente
cual ola que fluyendo se sostiene,
formándose en devenir para ser.
¡Limítate, oh ilimitado!

 

La imagen de acuario representa al hombre en el momento en que su cuerpo era visible hasta la linea de las rodillas. A medida que el hombre cruza los grados de su evolución deja detrás de sí, a cada paso, ciertas formas animales que sobrepasa. Cuando la luna comenzó a separarse de la tierra, la mitad inferior del cuerpo del hombre estaba ya formada fisicamente.



El hombre se forma desde su actividad: miembros o seres terrenales

LABRADOR


Discreción; fuerza meditativa

Llega la calma interior, el equilibrio que con fuerza nueva hace brotar las plantas, el hombre que derrama el agua de su ánfora.
Solamente el ser humano consigue obtener la máxima elevación desde el máximo sufrimiento y dolor.

Con discreción se ejercita el silencio respecto de todas las cualidades adquiridas anteriormente.
Cuando el Yo no domina el alma, la persona se vuelve parlanchina, si la unión del Yo se fractura, surge la charlatanería.
Contrariamente la discreción y el silencio desarrolla las fuerzas meditativas.

El Hombre etético
Se encuentra en el punto de equilibrio entre sus fuerzas

Podrá realizar el pensamiento en el mundo el hombre que posea equilibrio entre el pensar, sentir, actuar.

Movimiento
Brazo derecho por encima y el izquierdo hacia abajo, moviendolos alternadamente.

Nota Musical: La#

Parte del cuerpo Piernas

Meditación:

La discreción se convierte en el poder de la meditación.

 

2ª Noche Santa

Cada noche santa hace referencia a la etapa que vivimos en el recorrido a través de las contelaciones astrológicas

25-26 de Diciembre. Noche de Juan. El águila del alma remonta con sus alas y mirando desde una gran altura, observa su propia vida. Y ahora el hombre reconoce la ley del Karma.
Misterio: Escoger el camino angosto y difícil o el camino ancho y fácil.
Para lo nacido en la carne es difícil encontrar el sendero del espíritu. Baghavad Gita: Una vida egoísta o una vida entregada a la humanidad. (Acuario)


Meditemos sobre estos sabios versículos.

Romanos 7

14Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido á sujeción del pecado. 15Porque lo que hago, no lo entiendo; ni lo que quiero, hago; antes lo que aborrezco, aquello hago. 16Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17De manera que ya no obro aquello, sino el pecado que mora en mí. 18Y yo sé que en mí (es á saber, en mi carne) no mora el bien: porque tengo el querer, mas efectuar el bien no lo alcanzo. 19Porque no hago el bien que quiero; mas el mal que no quiero, éste hago. 20Y si hago lo que no quiero, ya no obro yo, sino el mal que mora en mí.

21Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: Que el mal está en mí. 22Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios: 23Mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi espíritu, y que me lleva cautivo á la ley del pecado que está en mis miembros. 24Miserable hombre de mí! ¿quién me librará del cuerpo de esta muerte? 25Gracias doy á Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo á la ley de Dios, mas con la carne á la ley del pecado.

Concepción del mundo:

Pneumatismo

Un cuento de hadas que nos habla de Acuario

El  milagro de la fuente

"Había una vez un niño, hijo único de un guardabosques pobre, que crecía en la soledad del bosque. Además de sus padres conocía a pocas personas. Tenía una estructura frágil y su piel era casi transparente. Era fascinante mirar sus ojos, pues eran fuente de los más profundos milagros del espíritu, y aunque pocas personas entraban en el ámbito de su vida, al niño no le faltaban amigos.

Cuando la luz dorada del Sol relucía en las montañas de los alrededores, la mirada pensativa del niño inspiraba en su alma el oro del espíritu; la disposición de su corazón se tornaba cual aurora. Pero cuando las nubes oscuras impedían los rayos de la aurora, y un clima sombrío cubría todas las cumbres, la mirada del niño era triste y su corazón melancólico.

Estaba entregado a la vida espiritual de su pequeño mundo, que no le era más extraño que los miembros de su cuerpo. Los árboles y las flores del bosque también eran sus amigos. Desde las copas de los árboles, los pétalos de las flores y las cumbres de las montañas, le hablaban seres espirituales y él comprendía lo que ellos le susurraban. Los milagros de los mundos ocultos se le abrían cuando su alma conversaba con lo que parece inanimado para la mayoría de las personas.

Frecuentemente los padres, preocupados, sentían la falta del querido hijo. En estas ocasiones él se hallaba en otro lugar, donde nacía de la roca una fuente, salpicando las piedras con millares de gotitas. Cuando el brillo plateado de la luz lunar se reflejaba en fantasmagóricos colores en el torrente de las gotas, el niño podía permanecer durante horas al lado de la fuente. Ante su visión clarividente aparecían formas fantásticas en el juego del agua y en el titilar de la claridad lunar. Las formas se condensaban en tres imágenes de mujeres, que le hablaban de aquellas cosas ansiadas por su alma.

Una vez, una noche de verano en que el niño estaba sentado junto a la fuente, una de las mujeres golpeó en millares de pedacitos el juego colorido de gotas de agua, y las dio a la segunda mujer. Esta moldeó con las gotitas un cáliz de brillo argentino y lo entregó a la tercera mujer. Esta lo llenó de luz plateada y se lo dio al niño, que había presenciado todo con su videncia.

La noche siguiente a esta experiencia, él soñó que un dragón feroz le robaba el cáliz. Después de esa noche el niño vivenció el milagro de la fuente tres veces más. Pero luego las mujeres no aparecieron más, ni siquiera cuando él se sentara en meditación al lado de la fuente bañado por la luz de la luna.

Pasaron trescientas sesenta semanas desde la última vez en que las mujeres se le aparecieran. El niño hacía ya mucho que se había tornado hombre, y se había mudado de la casa paterna y del bosque a una ciudad extraña. Una tarde, cansado del trabajo, pensando en lo que la vida tenía para ofrecerle, se sintió de repente como el niño que fue, traspuesto a su fuente en la roca, y nuevamente vio a las mujeres del agua. Pero esta vez las escuchó hablar.

La primera le dijo:
- Recuérdame toda vez que te sientas solitario en la vida. Yo atraigo la visión anímica del hombre hacia las distancias etéricas y las amplitudes estelares. Y a quien quiera sentirme, extiendo la poción de la esperanza vital de mi copa milagrosa.

La segunda también le habló, diciéndole lo siguiente:
- No te olvides de mí en los momentos que necesites de tu coraje. Yo dirijo los instintos del corazón del hombre hacia las profundidades del alma y las alturas del espíritu. Y para quien busca sus fuerzas conmigo yo forjo la energía de la fe en la vida, con mi martillo milagroso.

Y la tercera se manifestó así:
- Alza tu mirar espiritual hacia mí cuando los enigmas de la vida te asedien. Yo tejo los hilos de los pensamientos en los laberintos de la vida y en la profundidad del alma. Y para quien tenga confianza en mí yo tejo los rayos del amor a la vida en mi telar milagroso.

En la noche que siguió a aquella experiencia el hombre soñó que un dragón feroz andaba furtivamente a su alrededor, pero no podía aproximarse a él: lo protegían las criaturas que en otro momento había vislumbrado en la fuente de la roca y que lo venían acompañando desde su tierra natal hasta ese lugar extraño."